Ejecutar procesos internos de auditoría o debida diligencia, prepara a las compañías para las ventas, para la consecución de capital o financiamiento, y permite anticipar y administrar riesgos y contingencias asociadas con la operación del negocio.
Ejecutar procesos internos de auditoría o debida diligencia (vendor due diligence o VDD) prepara a las compañías y sus equipos para un proceso de venta o para la consecución de capital o financiamiento, y permite anticipar y administrar riesgos y contingencias asociadas con la operación del negocio que son un factor crítico en la negociación con las contrapartes.
En los procesos de fusiones y adquisiciones (F&A), la etapa de debida diligencia legal que adelantan los potenciales compradores o inversionistas (DD Comprador) es fundamental para que identifiquen contingencias en la compañía (o activo) que se pretende adquirir, que impactan la valoración y finalmente la decisión de compra o inversión.
El alcance de la revisión y las disciplinas comprendidas en la DD Comprador varía según la compañía o activo involucrado, y, según su complejidad, puede requerir además una coordinación con otros equipos especializados que adelantan simultáneamente la revisión financiera, operacional o tecnológica del negocio.
En la práctica transaccional, la DD Comprador puede resultar exigente para los vendedores y la compañía objetivo, y requiere esfuerzos adicionales de sus equipos para no alterar la normal operación del negocio, garantizando el acceso a información completa y suficiente de la compañía que atienda las áreas de revisión y alcance de la DD Comprador.
En muchos casos, de estos procesos deriva una larga lista de contingencias de diversa índole que probablemente no habían sido identificadas por la administración y los equipos internos de la compañía, y que, en el marco de transacciones de F&A, podrá requerir destinar recursos extraordinarios para verificar su existencia o remediarlas. También puede obligar a los vendedores a asumir el impacto potencial de las contingencias identificadas (ajuste en el precio de compra, acordar mecanismos de garantía contractuales como depósitos en garantía –escrow-, retención del precio –holdback-, entre otras), que repercuten directamente en el precio de venta.
Salvo en aquellas compañías con equipos jurídicos y de control internos robustos por exigencias regulatorias (p.ej., entidades financieras) o sujetas a procesos periódicos de auditoría interna o control, puede resultar difícil identificar estas contingencias internamente de manera oportuna y previa a una DD Comprador con el fin de prevenir a los equipos internos y tomar medidas efectivas al respecto. Los programas de cumplimiento (compliance) y ética empresarial exigidos por la Superintendencia de Sociedades, desde el año 2020, ofrecen herramientas a las compañías obligadas a adoptarlos para anticipar internamente riesgos e identificar contingencias al exigirlas realizar una “radiografía” interna de la operación, que resultan útiles en procesos de F&A.
Intuitivamente los clientes son reticentes a estos procesos. Sus cargas en tiempo y costos y sus hallazgos pueden derivar en la asignación de responsabilidades internas en la compañía, y, por lo tanto, desincentivar a las empresas adelantar estos procesos. No obstante, el VDD debe verse como un aliado de las compañías que les permitirá a sus diferentes equipos mapear los riesgos legales a los que está expuesta la operación (teniendo en cuenta que los riesgos son inherentes a la actividad empresarial) e identificar contingencias actuales o potenciales, facilitando el diseño y ejecución de planes de acción específicos para mitigarlas y cerrar brechas legales y regulatorias existentes.
Los beneficios superan con creces sus eventuales cargas. Gozar del conocimiento previo que brinda el VDD información concreta del estado real de la compañía les permitirá a los vendedores anticipar el alcance de posibles contingencias y su impacto en la valoración y el precio del activo. Todo ello facilita negociar y acordar condiciones financieras y legales más favorables con el comprador o inversionista, que maximizan el valor del activo en la negociación, repercutiendo favorablemente a los intereses de los vendedores y las compañías en los procesos de F&A.
Guillermo Gómez es asociado senior de la práctica de Fusiones y Adquisiciones y Corporativo, enfocado en adquisiciones transfronterizas representando a inversionistas estratégicos y fondos de capital privado en la adquisición de activos en Colombia, así como a empresas vendedoras en la enajenación de empresas y activos, y en el asesoramiento en aspectos corporativos y contractuales a clientes nacionales e internacionales. Tiene extensa experiencia y conocimiento de las regulaciones de los sistemas de pago y su operación en Colombia, y brinda permanentemente asesoramiento a entidades financieras y empresas fintech en esta materia.
Es abogado de la Universidad de los Andes, con estudios de postgrado en derecho de los negocios internacionales y Maestría en Derecho Privado de la misma universidad.
Durante sus más de 10 años de experiencia, Guillermo ha participado en diversos procesos de fusiones y adquisiciones asesorando a inversionistas estratégicos y fondos de capital privado en la adquisición de activos en Colombia, así como a empresas vendedoras en la enajenación de empresas y activos, de diversas industrias, incluyendo la industria de servicios públicos (energía y acueducto), servicios financieros, fintech y pagos, tecnológica y agroalimentaria.
También presta asesoramiento continuado en materia contractual y societaria a clientes nacionales e internacionales. Cuenta con experiencia relevante representando clientes en operaciones de mercados de capitales (emisión de deuda) y créditos transfronterizos, y tiene extensa experiencia y conocimiento de las regulaciones de los sistemas de pago y su operación en Colombia, brindando permanentemente asesoramiento a entidades financieras y empresas fintech en esta materia.
Antes de unirse a Garrigues, trabajó en Colombia en una firma reconocida en derecho financiero/regulatorio y corporativo.
Domina el español e inglés.