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Europa no quiere perder el tren de la inteligencia artificial y lanza una estrategia de más cooperación

Alejandro Sánchez del Campo (of counsel del departamento de Propiedad Intelectual).

La inteligencia artificial está de moda. Cada vez la usamos más (muchas veces sin darnos cuenta) y prácticamente todos los días leemos alguna noticia en los medios sobre este tema. La Comisión Europea, consciente de su relevancia, acaba de publicar una Comunicación sobre inteligencia artificial, en la que se describe la estrategia que va a seguir nuestro continente en ese campo (en adelante nos referiremos a este documento como la Comunicación y a la inteligencia artificial como IA).

Unos días antes, veinticinco Estados de la Unión Europea  firmaron la “Declaración de Cooperación en Inteligencia Artificial” con el objetivo de unir fuerzas y ocuparse conjuntamente de los desafíos que esta nueva tecnología entraña. El documento es importante porque pone de manifiesto una voluntad colectiva de (i) cooperar en el lanzamiento y mejora de aquélla; (ii) dirigir la transformación en el mercado laboral que supondrá este nuevo modelo (con iniciativas de modernización de la educación y sistemas de entrenamiento de los ciudadanos europeos); (iii) establecer un marco legal y ético adecuado, amparado en los valores y derechos europeos, que incorpore los principios de transparencia y responsabilidad. 

Dicha Declaración presenta muchas similitudes con el exhaustivo informe “For a meaningful artificial intelligence” elaborado por el parlamentario Cédric Villani, que presentó públicamente el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, el pasado 29 de marzo, junto con el anuncio  de la propuesta de inversión global de Francia en inteligencia artificial  y la definición de las líneas maestras a nivel estatal a seguir en este tema. El Reino Unido también se ha sumado al debate, con la reciente publicación por el Comité de Inteligencia Artificial del informe “AI in the UK: ready, willing and able?”.

Vemos por tanto que la inteligencia artificial ha pasado a ser un tema prioritario para los gobiernos europeos. La propia Comisión apunta en la Comunicación que la forma en la que abordemos hoy la cuestión de la IA definirá el mundo en el que vamos a vivir y que, si no actuamos con urgencia, Europa se arriesga a perder las oportunidades que brinda la IA, lo que nos abocaría a una fuga de cerebros y a convertirnos en consumidores de soluciones desarrolladas en otros lugares que sí están apostando decididamente por esta tecnología como son China y Estados Unidos.

Considera la Comisión que Europa tiene la posibilidad de liderar el desarrollo y la utilización de la IA puesto que cuenta con (i) investigadores, laboratorios y empresas emergentes de primer orden, además de ser una potencia en el campo industrial y de la robótica; (ii) un mercado único digital con normas comunes, en lo que se refiere, por ejemplo, a protección de datos, ciberseguridad y conectividad; y (iii) una gran cantidad de datos de los ámbitos de la industria, la investigación y el sector público que se podrían desbloquear para alimentar los sistemas de IA. De hecho, en paralelo a la presente Comunicación, la Comisión está trabajando para facilitar el intercambio de información y abrir el acceso a más datos -la materia prima de la IA- con vistas a su reutilización.

Para conseguir el objetivo de ser líderes mundiales, la Comisión afirma que la Unión Europea en su conjunto (sumando los sectores público y privado) debería fijarse el objetivo de invertir al menos 20 000 millones EUR de aquí a finales de 2020 y, a continuación, dedicar más de 20 000 millones EUR anuales durante la próxima década. Es un objetivo muy ambicioso pero hay que tener en cuenta que ahora mismo Europa está a la zaga en inversiones privadas en IA, las cuales oscilaron entre 2400 y 3200 millones EUR en 2016, frente a 6500-9 700 millones EUR en Asia y 12100-18600 millones EUR en América del Norte.

En este mismo sentido, el documento avanza que la Comisión colaborará con el Grupo del Banco Europeo de Inversiones, con vistas a que las inversiones totales alcancen al menos los 500 millones EUR en el período 2018-2020. Además, la Comisión Europea y el Fondo Europeo de Inversiones acaban de poner en marcha un fondo de fondos paneuropeo de capital riesgo –programa VentureEU–, dotado con 2 100 millones EUR, con la finalidad de impulsar la inversión en empresas emergentes innovadoras y favorecer la expansión de las empresas en toda Europa.

Por otro lado, la Comisión se compromete a facilitar el acceso a las últimas tecnologías a todos los usuarios potenciales, especialmente pequeñas y medianas empresas, compañías de sectores no tecnológicos y administraciones públicas y les alentará a probarlos. Para ello, el ejecutivo comunitario apoyará el desarrollo de una «Plataforma de IA a la carta», una especie de AIaaS (Artificial Intelligence as a Service) que permitirá a los usuarios acceder a los recursos de IA disponibles, tales como conocimientos, repositorios de datos, capacidad informática (nube, informática de alto rendimiento), herramientas y algoritmos. Asimismo, se creará una primera serie de infraestructuras de ensayo y experimentación de productos y servicios de IA en los ámbitos de la atención sanitaria, el transporte, la inspección y mantenimiento de infraestructuras, el sector agroalimentario y la producción ágil.

Otras medidas que se contemplan en la Comunicación son (i) incrementar el volumen de datos disponible, fomentando la compartición de la información que ahora está en poder de empresas privadas y (ii) aumentar el número de personas formadas en IA, alentando la diversidad y la interdisciplinariedad.

A futuro, la idea de la Comisión es trabajar con los Estados miembros en un plan coordinado sobre la IA que estará listo antes de finales de 2018 e impulsar la creación de una plataforma multilateral, la Alianza europea de la IA, que trabajará sobre todas las facetas de esta tecnología y estará compuesta por una pluralidad de participantes, incluidas empresas, organizaciones de consumidores, sindicatos y otros representantes de organizaciones de la sociedad civil.

La comunicación menciona también la necesidad de garantizar un marco ético y jurídico adecuado.