El ‘trading’ automático permite la ejecución de operaciones de manera más rápida y eficiente basada en criterios predeterminados y reduciendo el error humano propio de los sistemas de negociación tradicionales. Sin embargo, el uso de este tipo de tecnología no está exento de riesgos. Analizamos en este artículo las cuestiones clave a tener en cuenta a la hora de apostar por los sistemas de ‘trading’ automatizados.
¿Qué es el trading automático?
El denominado trading automático o sistema automatizado de trading es una forma de participación en mercados financieros organizados que consiste en el uso de un sistema algorítmico de negociación con el que los inversores ejecutan operaciones de compra o venta de instrumentos financieros de manera automática. Para ello, un programa de algoritmos ejecuta órdenes en función de reglas preestablecidas o programadas por el inversor.
El uso de este sistema automatizado, que en la práctica se revela como el más habitual en los mercados de valores, se basa en la selección por parte del inversor de una plataforma en la cual se establecen unos parámetros y reglas predeterminados. A través de estos sistemas, el inversor establece unas condiciones personalizadas seleccionadas por el propio inversor de manera que, en el supuesto de que se cumplan determinadas variables o condiciones preestablecidas u ocurran determinados eventos, el sistema de algoritmos determina que se ejecuten de manera automática las correspondientes órdenes de compra o venta.
A modo de ejemplo, puede destacarse como una de las principales tendencias en el ámbito del trading automático el conocido como sistema de copy trade o social trading, basado en la copia de los movimientos efectuados por uno o más traders. En este sentido, una vez el inversor decide el conjunto de operadores o traders cuyos movimientos desea replicar, suscribe un mandato de ejecución de la orden de compra y venta de dichos instrumentos financieros, que replica la estrategia de inversión seleccionada.
Desde una perspectiva regulatoria, esta actividad suele ser considerada como un servicio propio del ámbito del servicio de gestión discrecional de carteras de inversión, mediante el cual el cliente, a través de la celebración de un contrato, contrata a una determinada entidad autorizada para la prestación de dicho servicio a gestionar su patrimonio en su nombre, y la entidad, por su parte, se compromete a gestionar fielmente el patrimonio del cliente conforme a las reglas preestablecidas por este último.
Por lo tanto, para que una entidad pueda prestar el servicio de trading automático, precisará de la correspondiente autorización previa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores para la prestación del servicio de gestión discrecional de carteras, debiendo además cumplir con el resto de la normativa aplicable, incluyendo la obligación de suscribir con cada inversor el correspondiente contrato de gestión discrecional de carteras o la evaluación de la idoneidad de cada cliente.
Ventajas
El trading automático presenta diversas ventajas en relación con el trading tradicional, siendo una de las más conocidas la ausencia de sesgos emocionales. En este sentido, en la medida en que el trading automático se estructura mediante un conjunto de reglas o algoritmos en los que no intervienen las emociones humanas, se evita la toma irracional de decisiones por parte de los inversores, tales como el exceso de confianza o la aversión al riesgo, a través del establecimiento de una estrategia de inversión predeterminada.
Otra de las principales ventajas que ofrece este servicio consiste en un mayor acceso a los diferentes instrumentos financieros y mercados internacionales, lo que permite a su vez la creación de una estrategia de inversión más diversificada.
Además, el trading automático permite realizar varias operaciones en el mismo periodo de tiempo y a cualquier momento del día, frente a las órdenes realizadas por un trader tradicional. Esto es debido a que los parámetros de compra y/o venta de instrumentos financieros se encuentran preestablecidos por el programa algorítmico utilizado, sin que sea necesaria ninguna acción por parte del trader.
Adicionalmente, estas órdenes se realizan a una mayor velocidad que las realizadas por los traders tradicionales debido a que los sistemas algorítmicos responden de manera inmediata a los cambios en las condiciones de los mercados, permitiendo la entrada y salida del mercado en fracciones de segundo.
Por otra parte, el trading automático permite además monitorizar de manera más exacta las variables de los mercados de forma que, en el caso de concurrir una situación de inversión deseada, la orden se realiza de manera automática.
Por lo tanto, estos sistemas automatizados permiten la ejecución de operaciones de manera más rápida y eficiente basada en criterios predeterminados y reduciendo el riesgo de error humano propio de los sistemas de negociación tradicional.
Desventajas
En relación con las desventajas o inconvenientes del trading automático, es necesario resaltar que, si bien se trata de un sistema automatizado, ello no implica que dicho sistema sea infalible, puesto que, al estar basado en sistemas de software algorítmicos, del uso de los mismos se deriva el riesgo de errores informáticos o mecánicos que impidan la correcta prestación del servicio.
Además, cabe destacar que las reglas o parámetros de ejecución de las órdenes son establecidas con carácter previo a la ejecución de las mismas, por lo que, en caso de que se hayan usado bases de datos poco fiables o no actualizadas para su elaboración, las órdenes ejecutadas podrían arrojar resultados sesgados e incluso perjudiciales.
Por otra parte, al realizarse todas las órdenes de manera automática se pierde la capacidad de reacción inherente a los sistemas de trading manual en los que el trader puede detectar y aprovechar en tiempo real las tendencias y oportunidades de los mercados financieros.
Por último, existe el riesgo de que el trading automático dé lugar a un efecto de sobre optimización como consecuencia del backtesting, consistente en la realización de diferentes hipótesis con la finalidad de encontrar el escenario más beneficioso para el inversor. En este sentido, cuando el sistema algorítmico sigue de manera fiel a la curva calculada con un mayor potencial de beneficios, se reduce la capacidad predictiva del mismo dando lugar a resultados sesgados, lo que puede conllevar pérdidas o beneficios menores a los esperados para los inversores.
De lo anterior se desprende que, si bien la aplicación de sistemas automatizados al servicio de trading ofrece una gran variedad de ventajas competitivas frente al trading manual, ello no implica la ausencia de ciertos riesgos inherentes al uso de las nuevas tecnologías.