50% de menos de emisiones del transporte marítimo para 2050: el ambicioso objetivo de la Organización Marítima Internacional
En la 72ª reunión del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC 72 por sus siglas en inglés) de la Organización Marítima Internacional (IMO según sus siglas en inglés), que se ha celebrado recientemente en Londres, se han tomado acuerdos muy importantes en materia de reducción de emisiones en el transporte marítimo.
La IMO ha confirmado su compromiso de reducir las citadas emisiones de forma urgente y eliminarla tan pronto sea posible en el presente siglo XXI. Finalmente, se han consensuado los siguientes valores como objetivos: un 50% de reducción de las emisiones totales el transporte marítimo para 2050 y un 40% de reducción en promedio de las emisiones por tonelada x milla para 2030.
¿Son realistas y factibles los citados objetivos? El tiempo lo dirá, pero, en principio, parecen muy ambiciosos y exigentes, sobre todo el objetivo comentado del 40%. En efecto, no parece razonable y objetivamente previsible que en solo 12 años se hayan ya introducido en los buques tecnologías muy diferentes a las actuales, al menos en un parte significativa de la flota mundial. De hecho, incluso asumiendo que todos los buques utilizarán gas natural licuado (LNG en sus siglas en inglés) como combustible, lo cual es ciertamente utópico, diversas fuentes advierten de que la reducción media de las emisiones netas de CO2 no superaría probablemente el 20% en el mejor de los casos. Ello implicaría que, entre otras variables, habría que plantearse la reducción de la velocidad operativa de los buques, al menos la de aquellos que mantuvieran las tecnologías convencionales, lo cual tendría un impacto económico tremendo en los fletes y demás.
Como decíamos en estas mismas páginas semanas atrás, es cierto que una de las mayores novedades del Shipping actual es el creciente uso del LNG como combustible por los buques. Sin embargo, el referido creciente uso del LNG es, sin duda, necesario pero no es, en modo alguno, suficiente para conseguir el objetivo comentado del 40%, ni siquiera parcialmente. Es obvio que faltan todavía muchos puntos de suministro de LNG para todo ello, sobre todo en muchas zonas y áreas. De hecho, ni siquiera España, que parte con cierta ventaja respecto a los países de nuestro entorno, parece tener medios suficientes al respecto, pese a contar con 6 terminales portuarias de regasificación operativas más una adicional en stand-by y contar con una importante flota de camiones cisterna.
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