Las claves de la nueva Ley de residuos y suelos contaminados publicada en el BOE

Tras una tramitación parlamentaria iniciada en el mes de mayo del pasado 2021, en la que, entre Congreso y Senado, se han presentado más de 1.300 enmiendas, en el BOE del sábado 9 de abril de 2022, ha sido publicada la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que deroga la anterior Ley 22/2011, de 28 de julio, de Residuos y Suelos Contaminados.

De acuerdo con su Disposición Final 13ª, la nueva ley entró en vigor el 10 de abril de 2022, a excepción de las medidas fiscales que introduce (objeto de un análisis específico por nuestro Departamento Tributario que se puede consultar aquí), que lo harán el 1 de enero de 2023.

La ley aprobada pretende intensificar la lucha contra el cambio climático y la protección del medioambiente y la salud, avanzando en el cumplimiento tanto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas nº 12 (producción y consumo sostenibles), 13 (acción por el clima) y 14 (vida submarina), como de los hitos fijados por la Unión Europea al respecto, al transponer la Directiva 2018/851, de 30 de mayo, por la que se modifica la Directiva Marco de Residuos, y la Directiva 2019/904, de 5 de junio, relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente.

Asimismo, su aprobación, enmarcada en la Estrategia Española de Economía Circular 2030, se alinea con los presupuestos contemplados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Representa una de las reformas estructurales comprometidas por el Gobierno para la aprobación por la Comisión Europea del Plan para la Recuperación, Transformación y Resiliencia (Reforma 4, Componente 12), presentado por nuestro país para la canalización de las ayudas previstas en el Instrumento Europeo de Recuperación Next Generation EU.

Partiendo de las anteriores premisas, la norma que ahora entra en vigor presta especial atención a aspectos tales como (i) seguir reforzando la aplicación del principio de jerarquía de residuos, mediante la obligatoriedad del uso de instrumentos económicos incentivadores; (ii) fortalecer la prevención en su generación, a través de medidas sobre el desperdicio de basuras y la proliferación de basuras marinas; (iii) incrementar los objetivos de preparación y reciclado de los residuos municipales; (iv) establecer la obligatoriedad de nuevas recogidas separadas para determinadas tipologías de residuos; (v) especificar los requisitos mínimos obligatorios aplicables en materia de responsabilidad ampliada del productor, o (vi) ampliar los registros electrónicos ligados, por ejemplo, a la producción y gestión de los residuos peligrosos.

Sin perjuicio de otras muchas medidas contenidas en esta extensa y detallada ley (cuenta con 9 Títulos, 118 artículos y más de 40 disposiciones entre adicionales, transitorias, derogatorias y finales), cabe destacar preliminarmente una serie de aspectos principales, que exponemos en este documento siguiendo el mismo orden que marca la norma.