El abogado 3.0 en la aldea global: un amplio tema sobre el que debatir en la gran cita de la abogacía - Antonio Garrigues (presidente de la Fundación Garrigues)
La revolución tecnológica y la científica están teniendo un impacto profundo en el mundo actual y van a ser uno de los ejes decisivos de nuestro futuro. Como se viene diciendo, esta no es una época de cambios sino el inicio de un cambio de época en el que vamos a tener que acostumbrarnos a situaciones radicalmente nuevas en donde habrá que reforzar al máximo la capacidad de resiliencia y de flexibilidad. Desde el punto de vista intelectual va a ser una época fascinante en muchos aspectos, sobre todo en los sociológicos, pero no estará exenta de peligros ni tampoco de oportunidades.
En el XI Congreso de la Abogacía que tendrá lugar en Vitoria el 6, 7 y 8 de mayo, vamos a intentar estudiar con rigor las relaciones del mundo jurídico con los desarrollos tecnológicos y científicos porque en estos momentos parece claro que se está produciendo en distanciamiento peligroso. Nuestro mundo no puede pretender controlar la evolución de los desarrollos tecno-científicos pero tampoco puede perderles de vista. Su obligación es investigar a fondo las consecuencias en el orden legal de los mismos y los riesgos reales de que acaben afectando a derechos humanos básicos.
Se ha pensado que la mejor forma de llevar a cabo este ejercicio es el de convocar conjuntamente al debate, científicos, tecnólogos y juristas porque en esta época dominada por la aceleración, la volatilidad y la complejidad, el diálogo interdisciplinar es el único método, o como mínimo, el más lógico y el más eficaz, para afrontar y conocer la dimensión y la naturaleza de los problemas y la forma de afrontarlos y buscar posibles soluciones, oficio que va a ser cada vez más difícil.
El Congreso de Vitoria lleva como ponencia central “El abogado 3.0 en la aldea global”. Va a tener especiales atractivos para la Abogacía, para el estamento judicial y el académico y también para otras profesiones liberales que se ven afectadas de forma similar a la nuestra. Se puede dar por seguro que todos vamos a aprender nuevas realidades, nuevas situaciones, nuevos límites, nuevas posibilidades. Vamos también a evitar con ello, como pedía Schopenhauer, que convirtamos nuestra propia miopía, “en los límites del mundo”.
SIN FRONTERAS ENTRE “LAS DOS CULTURAS”
La frontera entre letras y ciencias es en gran medida artificial y la obsesión de perpetuarla es absurda y empobrecedora. El mundo jurídico siempre ha sabido responder a los retos históricos y el reto actual va a ser uno de los más importantes. Lo superaremos con nota. De hecho no tenemos otra opción si queremos mantener el protagonismo que merecemos en la sociedad. C.P. Snow, que fue uno de los primeros en abordar el tema de “las dos culturas”, insistió desde el principio en que la ruptura de comunicación entre ciencias y humanidades y la falta de interdisciplinariedad es uno de los principales inconvenientes para la resolución de los problemas mundiales. El abogado actual y el mundo jurídico en su conjunto tendrán que penetrar y navegar con soltura en las implicaciones de los nuevos materiales y en especial del grafeno, la nanotecnología, las manipulaciones genéticas, incluida la clonación, y un sin número de temas relacionados con las comunicaciones electrónicas y las redes sociales.
En esta tarea, todos podemos aportar nuestra curiosidad intelectual y nuestra capacidad analítica pero tendremos que dar un papel principal a las generaciones más jóvenes, las que conforman y viven de forma natural, sin reservas ni miedos, la sociedad digital. Solo esas generaciones podrán seguir, sin perder el aliento, la evolución intenta, cambiante e impredecible que vamos a vivir.
Alrededor de estos temas vamos a debatir a fondo en el Congreso de Vitoria y es muy posible que al final de nuestros diálogos lleguemos a la conclusión de que el ser humano continuará absorbiendo todos los cambios con inteligencia y con sensatez. Eso es lo que ha hecho a lo largo de los siglos.