Invertir en Polonia. Marco fiscal y jurídico
Polonia y España mantienen unas estrechas relaciones económicas. Durante 2010, las compañías españolas invirtieron casi 5.000 millones de euros en Polonia. Además, España está considerada como uno de los principales países inversores en Polonia. Los sectores que concentran las inversiones de las compañías españolas son el inmobiliario y de la construcción, así como los de banca y energías renovables.
Polonia, en su calidad de Estado miembro de la Unión Europea, cuenta con una economía estable con grandes oportunidades de inversión, sobre todo a la vista de la próxima celebración del campeonato de fútbol EURO 2012. Asimismo, de acuerdo con las previsiones de la Comisión Europea, Polonia será uno de los países que registre un crecimiento más rápido de la Unión Europea. La estabilidad económica y las optimistas previsiones no solo han servido para atraer flujos de inversión al país, sino que han influido positivamente en la manera en que se percibe a Polonia en el resto del mundo.
La primera decisión de un inversor que inicie una actividad mercantil en Polonia es elegir la forma jurídica que adoptará. En Polonia, las entidades extranjeras disponen de varias figuras societarias bajo las que desarrollar una actividad mercantil, entre las que se incluyen sociedades de capital (sociedad de responsabilidad limitada o sociedad anónima) y sociedades personalistas (como la sociedad colectiva o la sociedad comanditaria). Las entidades extranjeras también pueden establecer una oficina de representación o una sucursal en Polonia.
Los beneficios que genere la actividad mercantil tributan en el Impuesto sobre Sociedades a un tipo del 19%, que es competitivo en comparación con el resto de Estados miembros de la Unión Europea. No obstante, los pagos realizados por entidades polacas a entidades extranjeras podrían estar sujetos a retenciones fiscales en origen. Los dividendos están, con carácter general, sujetos a una retención del 19%, mientras que los intereses, cánones y pagos por servicios técnicos están sujetos a una retención del 20%.
Las reglas mencionadas podrían verse modificadas por los convenios aplicables para evitar la doble imposición o por las directivas comunitarias. Polonia tiene suscritos convenios para evitar la doble imposición con casi 90 países, lo que permite a las compañías que inviertan en Polonia utilizar vehículos de optimización fiscal tanto locales como internacionales.
Polonia ha traspuesto íntegramente la Directiva sobre relaciones Matriz-Filial (90/435/CEE) de la UE, lo que significa que, cumpliéndose determinadas condiciones, cualquier compañía podrá repatriar beneficios a su país de origen de forma libre de impuestos. Por otro lado, a Polonia se le concedió un periodo de transición en la adopción de la Directiva de la UE sobre pagos en forma de Intereses y Cánones (2003/49/CE), lo que significa que podrá seguir practicando retenciones fiscales sobre los pagos en forma de intereses y cánones que se realicen a entidades asociadas hasta el 30 de junio de 2013.
En ocasiones, la legislación tributaria de Polonia puede dar la sensación de cierta ambigüedad e inseguridad. No obstante, los inversores pueden asegurar sus posiciones fiscales a través de consultas vinculantes (binding rulings). Si una entidad obtiene una respuesta a una consulta vinculante, la autoridad tributaria estará vinculada por el resultado de dicha consulta en caso de iniciar una auditoría fiscal. Esto significa que, si el contribuyente ha cumplido con las directrices de la consulta, de dicha actuación no podrá derivarse ninguna deuda tributaria pendiente. Además, en tal caso, no podrá imponerse al contribuyente sanción alguna.
Los contribuyentes también tienen derecho a obtener acuerdos previos sobre precios de transferencia (APA) unilaterales, bilaterales o multilaterales. A través de ello, el Ministerio polaco de Finanzas podrá confirmar la metodología de fijación de precios de transferencia utilizada en las operaciones con partes relacionadas.
Polonia cuenta con diversos incentivos para estimular la inversión tanto de inversores polacos como de extranjeros. Dichos incentivos incluyen, entre otros, las zonas económicas especiales y los fondos estructurales europeos.
Polonia creó las zonas económicas especiales para acelerar el desarrollo regional, crear puestos de trabajo y atraer la inversión extranjera. Actualmente, hay 14 zonas económicas especiales en vigor en varias localizaciones de Polonia. Los inversores que instalen su negocio en una zona económica especial podrán acogerse a una deducción en el Impuesto sobre Sociedades y, en algunos casos, en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles. La cuantía de la deducción dependerá del sector, el tamaño de la inversión y la localización. Las empresas grandes tienen derecho a la deducción de un máximo del 50% de los costes de inversión admisibles, mientras que las empresas pequeñas tienen derecho a la deducción de hasta el 70% de los costes admisibles.
Las entidades que inviertan en Polonia también podrán beneficiarse de subsidios europeos. Durante el periodo 2007 - 2013 Polonia recibirá más de 67.000 millones de euros de fondos estructurales. Las entidades podrán recibir fondos principalmente cuando sus inversiones se dirijan a infraestructuras, medioambiente, nuevas tecnologías e innovación, o cuando creen puestos de trabajo. Además, cada región podrá aportar su propio programa operativo regional. El apoyo financiero se articula mediante el reembolso de los costes soportados.
Otro incentivo se refiere a la adquisición de tecnologías innovadoras. Bajo determinadas condiciones, las entidades que adquieran tecnologías innovadoras podrán reducir adicionalmente su base imponible en un 50% del precio de adquisición de la tecnología innovadora en cuestión.
Actualmente, no está prevista una reforma sustancial del sistema tributario polaco, con lo que los incentivos descritos deberían estar disponibles para todos los inversores en los próximos años. Cabe añadir que Polonia está celebrando negociaciones de varios convenios para evitar la doble imposición (entre otros, con Chipre y Luxemburgo).