NPLs y REOs en Latinoamérica, España y Portugal: 2021, un año de transición para el mercado de deuda
Los mercados de deuda siguen sujetos a los efectos calmantes –y hasta sedantes– de las innumerables medidas de apoyo lanzadas para contrarrestar el descenso de la actividad económica de las empresas por los efectos del COVID-19. Se estima que las operaciones ‘jumbo’ con carteras de préstamos dudosos (NPLs) volverán en el último trimestre de 2021. Hasta entonces, asistiremos a dos fenómenos muy interesantes: la venta de ‘single names’ y la entrada de nuevos jugadores en el mercado de deuda.
Operaciones ‘jumbo’ con carteras de préstamos morosos
Existe cierto consenso entre vendedores y compradores de carteras de NPLs acerca de que las operaciones jumbo o gigantes solo volverán a escena a final de 2021. Las razones de este impasse son tres:
- Por un lado, los efectos sedantes producidos por las medidas de apoyo de los Estados que, a través de aplazamientos, payment holidays, inyecciones de dinero extraordinarias, préstamos garantizados, préstamos participativos, suscripción de bonos y entradas puntuales en el accionariado, están evitando que las empresas incurran en incumplimientos masivos. La morosidad se espera que impacte en los balances de las entidades financieras mayoritariamente en 2022, cuando todos estos esquemas desaparezcan o acceder a los mismos sea más exigente.
- Por otro lado, durante 2021 un gran número de empresas en dificultades hará uso de medidas de reestructuración que pueden ser más o menos intensas en función de los objetivos que se quieran conseguir (una nueva estructura de deuda, una nueva estructura de capital, la desinversión de líneas de negocio no estratégicas o la concentración a través de operaciones clásicas de M&A, como fusiones o adquisiciones). Los vendedores de carteras están analizando cuidadosamente cómo pueden impactar esas reestructuraciones en el ratio de recuperación de los NPLs que tienen bajo supervisión y cuál es el momento idóneo para paquetizarlos en carteras y venderlos a los inversores. El objetivo sería evitar los costes de transacción y reputacionales asociados a esas reestructuraciones, obteniendo por los NPLs un precio que permita recuperar las provisiones contables.
- Por último, los reguladores han recibido de las entidades financieras un claro mensaje: “necesitamos flexibilizar los requerimientos de capital para los NPLs”. Existe una alta probabilidad de que los reguladores permitan a las entidades financieras menores provisiones contables para los préstamos afectados por las medidas de reestructuración desplegadas por el COVID-19. Esta flexibilización de los requerimientos de capital permitirá que las entidades financieras desagüen sus balances de NPLs con más criterio, tomándose más tiempo y de forma paulatina, beneficiadas por el menor consumo interno de capital. Esto contribuirá a la creación de carteras más homogéneas, incluso sectorizadas en función de la actividad (hoteles y turismo, agencias de viajes, transporte de pasajeros, ocio y restauración, etc.), porque también la intensidad de la crisis provocada por el COVID-19 ha sido distinta en función del sector.
Venta de 'single names'
Hasta la reaparición de las operaciones jumbo o gigantes, la tendencia parecen ser las transacciones puntuales de préstamos dudosos, con contrapartes (prestatario y garantes) muy específicos y de cierta notoriedad, en lo que se conoce como operaciones single names. Las entidades financieras pueden poner en marcha este tipo de operaciones sin necesidad de incurrir en los costes de preparación que exige vender una cartera jumbo. Además, y por las características del prestatario o sus garantes, los compradores de single names son más reducidos, lo que evita los procesos competitivos, habitualmente más largos y exigentes desde el punto de vista del contrato de compraventa y documentación relacionada con los préstamos.
En el escenario actual, el objetivo es que una transacción de single names iniciada por la entidad financiera originadora se realizara a favor del inversor sin que los préstamos cedidos perdieran las garantías institucionales o las medidas de apoyo de los Estados.
Entrada de nuevos jugadores en el mercado de deuda
Entre quienes asesoramos en el mercado de deuda también parece existir acuerdo en que 2021 es un año de transición, el período de calma que precede a la tempestad. Desde luego, la tempestad no tiene por qué llegar en forma de una poderosa tormenta (grandes carteras de préstamos dudosos concentradas en pocas transacciones y en un corto período de tiempo), sino a modo de lluvia fina prolongada durante varios ejercicios.
Mientras se confirma qué concreto fenómeno meteorológico acompañará a las transacciones de NPLs, sí asistimos a la entrada de nuevos jugadores en el mercado de deuda. Están apareciendo nuevas plataformas para gestionar activos improductivos (NPLs y viviendas adjudicadas o REOs), impulsadas por las propias entidades financieras para reducir los costes de gestión de sus activos y para prestar servicios a terceros en jurisdicciones distintas de las habituales (Brasil, México). Y la industria del debt servicing empieza a analizar con atención los cambios que puede producir la próxima Directiva europea sobre compradores de créditos y administradores de créditos, que ya está en un estado muy avanzado.
Novedades
Entonces, ¿qué tendencias pueden verse ya en los principales mercados de LatAm, España y Portugal? ¿Qué inversiones van a realizarse en estas jurisdicciones y quiénes las protagonizarán?
Desde Garrigues, y gracias a la posición privilegiada que nos facilita nuestra red de oficinas en Brasil, Chile, Colombia, España, México, Perú y Portugal, queremos contribuir a la difusión de las principales tendencias en este mercado.
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