Vuelta de tuerca a la formación profesional para el empleo
Con un notable retraso sobre lo previsto y tras haberse frustrado el intento de acuerdo con los agentes sociales al respecto, el pasado 23 de marzo, con el tan recurrido recurso al RD Ley, el Gobierno aprobó un nuevo modelo de sistema de la formación profesional para el empleo. Tras resaltar las bondades del sistema en vigor de los últimos 20 años, al haber permitido la mejora de la empleabilidad y la cualificación de muchos trabajadores, destaca que el sistema ha puesto de manifiesto determinadas debilidades e ineficiencias que deben abordarse de manera urgente.
Con tales antecedentes los objetivos del nuevo modelo son (i) garantizar el ejercicio del derecho a la formación de trabajadores, empleados y desempleados,(ii) contribuir de manera efectiva en la formación y la competitividad de las empresas (iii) fortalecer la participación de la negociación colectiva en la materia y (iv) ofrecer eficiencia y transparencia en la gestión de los recursos públicos.
Uno de los elementos más relevantes de reforma, y quizás la que en mayor medida ha dado publicidad a la norma, ha sido que, tras el desencuentro citado, los agentes sociales dejarán de participar en la gestión de los fondos y en la impartición de la formación como lo hacían hasta la fecha, privación que ya planeaba desde la aprobación de la reforma laboral en 2012. El alcance de la reforma sobrepasa el espacio que estas líneas nos conceden, por lo que únicamente destacaremos que los costes de formación se modifican en busca de una mayor racionalización.
En línea con lo dicho al principio, la reforma contempla la formación programada por las empresas, destacando al respecto la deseada concordancia entre las necesidades formativas reales de las empresas y sus trabajadores, con intervención de la representación legal de los trabajadores mediante informe, de solicitud perceptiva, así como la impartición de la formación por la propia empresa o por un entidad externa acreditada y/o inscrita en el correspondiente registro.
No es menos destacable que las empresas dispondrán de un crédito para la financiación de los costes derivados dela formación, mediante bonificaciones en las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, según la ley de presupuestos anual. La reforma operada es de calado, como de calado es el deseo de su incidencia en la empleabilidad y cualificación de los trabajadores a los que va dirigida.