Los arbitrajes de inversión crecen en Latinoamérica
Analizamos las nuevas tendencias en el arbitraje de inversión en Colombia, Chile, Perú y México, ofreciendo algunas cifras de los casos registrados y de los sectores de actividad con mayor número de controversias.
El arbitraje de inversión se ha convertido en una herramienta cada vez más importante para que los inversores mitiguen el riesgo país y obtengan financiación en América Latina. La región ha experimentado un crecimiento en el número de casos de arbitraje de inversiones en los últimos años, tanto ante el CIADI como aquéllos que se encuentran en etapa prearbitral, y muchos países de la región han firmado tratados bilaterales de inversión y otros acuerdos que impactan en este método de solución de controversias.
En cuanto a las disputas que actualmente se ventilan en la región, es posible señalar que éstas van en alza. Así, Colombia fue notificada de dos nuevos arbitrajes de inversión en 2023: actualmente tiene 15 casos en su contra y 12 notificaciones de disputa en etapa prearbitral. En Chile, que históricamente ha tenido muy pocos arbitrajes ante el CIADI, con sólo dos pendientes de fallo en la actualidad, durante los años 2022 y 2023 ha recibido varias noticias de disputa que alcanzan 5 casos, en etapa prearbitral, lo que para este país es un número alto. Perú, por su parte, fue notificado de dos nuevos arbitrajes de inversión durante 2023, con lo que completa 25 casos pendientes. Por último, México fue el país en América Latina que recibió la mayor cantidad de nuevas demandas en su contra durante 2023, a saber, 10 nuevos casos, con lo que actualmente tiene pendientes 18 procesos ante el CIADI, esto sin contar las notificaciones iniciales que no se han hecho públicas por el Estado Mexicano.
Independientemente del número de disputas surgidas en dichas jurisdicciones durante los últimos años, lo cierto es que en todas ellas se prevé un aumento de casos, relativos a industrias muy diversas, lo que preocupa a los países que serán eventualmente demandados por inversionistas.
En Colombia, si bien tradicionalmente la mayoría de sus disputas se relacionaba con el sector minero, una nueva tendencia la constituyen las disputas de infraestructura, en materia de concesiones, especialmente provenientes de inversionistas de España y de Reino Unido, como puede verse en el caso de InfraRed. Asimismo, se prevén disputas en materia de energías renovables, particularmente debido a las dificultades que están enfrentando los inversionistas para obtener permisos y licencias.
Si bien Chile ha enfrentado últimamente controversias en materias de telecomunicaciones y de seguros privados de salud, se estima que un foco relevante para el arbitraje de inversión serán las medidas que se han tomado en dicho país en recursos naturales, especialmente respecto del litio: se dictó una “Estrategia Nacional para el Litio” que ha movilizado a las compañías que actualmente explotan dicho recurso para intentar buscar un acuerdo pacífico, sin descartar llegar a arbitraje. Otro foco de interés ha sido la firma del “Acuerdo Marco Avanzado” entre Chile y la Unión Europea, que pretende sustituir 15 acuerdos bilaterales de protección de inversión y crear un tribunal permanente que sustituiría al arbitraje como método de solución de conflictos.
Perú, debido a la baja inversión privada experimentada en el último año, ha debido implementar políticas y asumir compromisos para impulsar las energías renovables y disminuir las emisiones, bajo los acuerdos de la COP-28, lo que hace presagiar un aumento de las medidas reguladoras en el sector extractivo, que podrían ser un foco de disputas de inversionistas.
México, por su parte, mantiene una tendencia en donde, en lo relativo al sector eléctrico, los inversionistas continúan dejando el arbitraje como el último recurso, luego de haber intentado buscar otras vías para mantener sus operaciones en dicho país. Por su parte, en lo que respecta al sector de Oil & Gas, que actualmente está recibiendo nuevas inversiones, especialmente desde EE.UU., se vislumbra que el mecanismo de solución de controversias establecido en el Anexo 14-E del T-MEC, sea un factor clave para reducir el riesgo y asegurar el financiamiento y protección de inversiones en el país.
De esta manera, queda de manifiesto que el arbitraje de inversión es un campo complejo y en constante evolución, y que es de suma importancia mantenerse al día con las últimas tendencias y desarrollos para tomar decisiones informadas, particularmente en Latinoamérica, en atención a las nuevas regulaciones que se están impulsando en dicha región.
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