El PERTE en Economía Circular: una apuesta por la gestión eficiente de los recursos
La economía circular cuenta ya con su propio Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), aprobado por el Consejo de Ministros del pasado 8 de marzo.
El PERTE en Economía Circular tiene por finalidad acelerar la transición hacia un sistema productivo más eficiente y sostenible en el uso de materias primas que permita incrementar la competitividad de los sectores industriales y las empresas en general, así como asegurar una mayor autonomía estratégica del país. Su objetivo último es contribuir a la consecución de una economía sostenible, descarbonizada, eficiente en el uso de los recursos y competitiva.
En tal sentido, este PERTE propone los siguientes objetivos específicos:
- Mejorar el ecodiseño de los productos para (i) prolongar o mejorar su vida útil; (ii) mejorar su reciclabilidad; (iii) incrementar la incorporación de materias primas secundarias en su fabricación; y (iv) reducir la generación de residuos.
- Mejorar la gestión del fin de la vida útil de productos y residuos asociados, mediante el fomento de plantas de tratamiento que incrementen las tasas de preparación para la reutilización, reciclado y valorización, de forma que disminuya su vertido y, en particular, la recuperación de materias primas fundamentales.
- Impulsar la digitalización, vinculada a los dos objetivos anteriores, a fin de mejorar la competitividad e innovación del tejido industrial de cualquier sector.
Para alcanzar dichos objetivos se articulan 18 instrumentos distribuidos en 2 líneas de acción:
- Línea de Acción 1. Dotada con 300 millones de euros, esta línea incluye actuaciones sobre tres sectores clave de la economía (textil, plástico y bienes de equipo) en los que lograr la implantación de un modelo circular se considera especialmente relevante en atención: (i) a su elevado nivel de desarrollo aunque con el objetivo de dotarlo de mayor impulso para implantar tal circularidad; (ii) la previsión de una elevada generación de volumen de residuos en los próximos años, unido a la necesidad de su gestión; (iii) la dificultad en el acceso a la tecnología para lograr su circularización, junto al elevado coste de los procesos de reutilización y tratamiento de residuos; (iv) la posibilidad de reintroducir en el ciclo productivo gran cantidad de recursos hasta ahora desaprovechados; y (v) la oportunidad de posicionar a España como referente tanto a nivel internacional como a nivel mundial en la materia.
- Sector textil: se establecen instrumentos para (i) incentivar la producción e incorporación de materias primas con bajo impacto, recicladas y/o de origen renovable a través de proyectos innovadores; (ii) desarrollar iniciativas colaboradoras de I+D+i que permitan la puesta en común de conocimientos, así como realizar proyectos piloto para la gestión de residuos, generar e incorporar nuevos productos o mejorar procesos; (iii) invertir en infraestructuras y tecnología para todos los eslabones de la cadena de valor; y (iv) dirigir la implantación y mejora de una trazabilidad que facilite la circularidad y, en particular, el desarrollo, implantación y despliegue de sistemas de información de toda la cadena.
- Sector del plástico: se prevén instrumentos específicos dirigidos a impulsar (i) el ecodiseño de nuevos envases o nuevos plásticos, con el objetivo de reducir el uso de recursos no renovables, aumentar el uso de plástico reciclado y su reciclabilidad; (ii) impulsar los envases de plástico reutilizables, en particular, proyectos destinados a desarrollar nuevos formatos de envases, estandarizar instalaciones para reutilizar envases, a sistemas de pooling o estandarización de envases reutilizables y a desarrollar aplicaciones de gestión y optimización de rutas de logística inversa; (iii) fomentar el reciclado mecánico simple o hasta alcanzar el grado alimentario en diferentes polímeros y procedencias; y (iv) el reciclado químico destinado a tratar fracciones no reciclables mecánicamente.
- Sector de bienes de equipo para las energías renovables: se articulan diferentes instrumentos para abordar con garantías el crecimiento exponencial en la generación de residuos en los próximos años y el adecuado tratamiento de los mismos, así como para aprovechar los productos y materiales de manera eficiente. En particular, se ha decidido abordar las necesidades de circularidad en relación con los siguientes ámbitos:
- Eólico (aerogeneradores): con ayudas dirigidas a (i) el desarrollo del ecodiseño de nuevas generaciones de aerogeneradores que tengan una vida útil más larga y sean más fácilmente reciclables; (ii) el desarrollo de sistemas de desmantelamiento in-situ de los elementos voluminosos que componen los aerogeneradores; (iii) aumentar la reutilización de aerogeneradores en otros sectores; e (iv) implantar y desarrollar instalaciones capaces de reciclar de manera eficiente los aerogeneradores.
- Fotovoltaicos (paneles solares): en este ámbito las ayudas están destinadas a: (i) el ecodiseño de componentes de toda la cadena de valor fotovoltaica; (ii) implementar sistemas de reutilización de paneles fotovoltaicos de plantas en suelo al final de su vida útil, para su instalación destinada al autoconsumo energético; e (iii) implantar instalaciones de reciclaje de paneles fotovoltaicos.
- Baterías: se prevén ayudas para el establecimiento de (i) instalaciones de tratamiento de pilas y baterías basadas en química de litio o ion-litio con el objeto de recuperar materiales y compuestos procedentes de estas baterías e (ii) instalaciones o sistemas que posibiliten la segunda vida de baterías procedentes del sector de la movilidad eléctrica para aplicaciones relacionadas con el almacenamiento energético u otras aplicaciones.
- Línea de Acción 2. Incluye actuaciones de carácter transversal dirigidas a impulsar la economía circular en el ámbito de la empresa en cualquier sector, con el objetivo de fomentar la sostenibilidad y circularidad de los procesos productivos para mejorar la competitividad e innovación del tejido industrial.
Estas actuaciones contarán con una dotación de 192 millones de euros, encuadrándose en las siguientes categorías:
- Reducción de consumo de materias primas vírgenes mediante (i) el uso de subproductos; (ii) el uso de materiales procedentes de residuos; o (iii) la remanufactura de productos.
- Ecodiseño y puesta en el mercado de productos que (i) aumenten la vida útil de los productos o segunda utilización; (ii) incrementen la reparabilidad de los productos o su capacidad de actualización; (iii) efectúen cambios hacia productos reutilizables en sustitución de productos de un solo uso; (iv) mejoren su reciclabilidad; (v) sustituyan sustancias peligrosas y sustancias extremadamente preocupantes; o (vi) los desarrollen o cambien hacia modelos de consumo basados en servicios por medio de la digitalización.
- Gestión de residuos destinada a (i) desarrollar sistemas de tratamiento de residuos que permita su reciclado generando nuevas materias usados en nuevos productos o (ii) preparar la reutilización.
- Digitalización de los procesos anteriores para desarrollar (i) infraestructuras y sistemas que mejoren la trazabilidad de productos y la gestión de residuos para el control y seguimiento del reciclaje de alta calidad; (ii) nuevos modelos de negocio basados en la digitalización para la servitización que favorezcan la eficiencia del uso de los recursos y reduzca la generación de residuos; (iii) servicios de retorno de productos usados con el fin de reutilizarlos o manufacturarlos; y (iv) servicios basados en el uso de la tecnología de impresión 3D para prevenir la generación de residuos ajustando el volumen de materiales necesarios durante el proceso de fabricación y reproduciendo piezas de repuesto que ya no se comercializan para contribuir al incremento de su reparación y a la lucha contra la obsolescencia, respetando, en todo caso, la propiedad industrial e intelectual.
En resumen, la ejecución del PERTE aquí descrito contempla una inversión pública total de 492 millones de euros que, junto con los recursos privados que se espera movilizar, supondrá una inversión total de más de 1.200 millones de euros hasta 2026. Asimismo, según las previsiones del Gobierno, se espera que el PERTE contribuya al aumento del PIB europeo en un 0,5% adicional de aquí a 2030, creando hasta 700.000 nuevos puestos de trabajo.