Publicaciones

Garrigues

ELIGE TU PAÍS / ESCOLHA O SEU PAÍS / CHOOSE YOUR COUNTRY / WYBIERZ SWÓJ KRAJ / 选择您的国家

Hacia una respuesta común al COVID-19 del mundo del arbitraje: llamada a la acción conjunta

Todos los actores implicados (instituciones arbitrales, partes y usuarios) en el arbitraje internacional han respondido a las dificultades y desafíos de la pandemia del COVID-19 generando una mayor cooperación que permita ofrecer una respuesta común con la que aportar certidumbre en el volátil clima poscoronavirus.

Los lectores recordarán que en el artículo principal publicado en nuestra Newsletter de marzo de 2020 se analizaba cómo la crisis sanitaria causada por el COVID-19 podría convertirse en un catalizador para revolucionar el arbitraje y para reforzar sus ventajas frente a la jurisdicción estatal.

Posteriormente, en las Newsletter de abril y mayo de 2020 abordamos las distintas medidas adoptadas por instituciones arbitrales de Latinoamérica y China, respectivamente, para ofrecer las mejores alternativas de adaptación a la nueva normalidad. También hemos venido informando periódicamente sobre los distintos y, en ocasiones, opuestos, enfoques adoptados por instituciones de arbitraje en otras partes del mundo.

En este artículo resumimos las distintas actuaciones llevadas a cabo por las instituciones arbitrales y valorar la necesidad de una respuesta uniforme por parte de la comunidad arbitral para promover el arbitraje como el mecanismo de resolución de controversias más flexible en la era pos-COVID-19.

1. Actual enfoque (individualista) de las instituciones arbitrales frente al COVID-19

Gracias a su flexibilidad, versatilidad y eficiencia, el arbitraje internacional se ha convertido en el mecanismo de resolución de controversias más adecuado en el marco de una crisis pandémica.

Habida cuenta de que la mayoría de las instituciones arbitrales internacionales ya estaban preparadas para pasar a formas de trabajo más virtuales, la presentación telemática de documentación y otros procedimientos similares, la crisis provocada por el COVID-19 ha supuesto la asimilación, puesta en práctica e inmediata (en lugar de paulatina) aceptación de tales medidas.

Sin embargo, el enfoque actual parece diferir de unas instituciones y de unas jurisdicciones a otras, y se ve afectado (directa o indirectamente) por las medidas decretadas en cada jurisdicción con respecto al COVID-19.

Este enfoque individualista ha llevado a la adopción de decisiones distintas (y, en ocasiones, contradictorias), algunas de las cuales se resumen a continuación:

 

2. Necesidad de una respuesta común

Las distintas y, en ocasiones, cambiantes decisiones adoptadas por cada institución arbitral inevitablemente han generado incertidumbre entre la comunidad arbitral y la necesidad de revisar periódicamente el estado de cada procedimiento, lo que, a su vez, ha atenuado en cierta forma la principal ventaja del arbitraje frente a los procedimientos judiciales: garantizar la continuidad del procedimiento y la disponibilidad, eficacia y eficiencia de los servicios. El Singapore International Arbitration Centre (SIAC), por ejemplo, está elaborando un informe de síntesis para evaluar los distintos protocolos establecidos actualmente, que incluyen, entre otros, implementar sus propias plataformas online para la presentación de documentación, las recomendaciones de envío de documentos (demandas, contestaciones, pruebas, etc.) por correo electrónico y la celebración de audiencias virtuales.

Otras instituciones arbitrales, han propuesto una respuesta común. Por ejemplo, el ICSID y un número de otras instituciones arbitrales han emitido una declaración conjunta en respuesta a las preocupaciones provocadas por la pandemia del COVID-19. En dicha declaración se insta a los tribunales arbitrales y a las partes a mitigar, en la mayor medida posible, los efectos de posibles impedimentos, garantizando la equidad y la eficiencia del procedimiento arbitral.

La comunidad arbitral en su conjunto, por lo general, ha hecho frente a la crisis sanitaria generada por el COVID-19 prestando un firme apoyo, y ha reaccionado rápidamente para abordar y limitar su impacto.

Aunque los arbitrajes internacionales no están vinculados a ninguna jurisdicción en particular, hay cuestiones que sí dependen de las jurisdicciones nacionales y han afectado inevitablemente a los procedimientos, principalmente por la suspensión o prohibición de audiencias presenciales. Por otro lado, las acciones judiciales (por ejemplo, los recursos de anulación o ejecución de laudos arbitrales) ineludiblemente también se verán afectadas por las medidas estatales adoptadas en cada jurisdicción.

Para impulsar definitivamente el arbitraje como el mecanismo más flexible de resolución de controversias, todos los actores han de colaborar para ofrecer una respuesta común que permita al arbitraje internacional aportar una mayor certeza en el volátil clima poscoronavirus.