Los mayores riesgos de comisión de delitos en las empresas proceden de los terceros con los que se relacionan
Una sentencia del Tribunal Supremo ha hecho hincapié en la relevancia de implantar programas de prevención de delitos eficaces y adaptados a la realidad de cada empresa. La cultura preventiva basada en el cumplimiento normativo y la ética empresarial se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los factores esenciales a tener en cuenta en las relaciones comerciales con terceros a nivel nacional e internacional. La práctica demuestra que los mayores problemas penales a los que se expone una compañía tienen su origen en la relación con terceros. Por ello, el ‘third parties compliance’ es fundamental a la hora de prevenir esos riesgos.La cultura del cumplimiento se extiende a todos los ámbitos de la empresa
La cultura de cumplimiento normativo o compliance (según su denominación anglosajona) se está extendiendo a todos los ámbitos de la empresa. La creciente preocupación de las compañías por cumplir con las múltiples exigencias legales que afectan a su día a día hace cada vez más necesario un asesoramiento jurídico transversal, que incluya diferentes áreas, como penal, fiscal o laboral. El objetivo es aminorar al máximo los posibles riesgos que pueda acarrear una conducta inadecuada en el seno de la empresa.